La endoscopia ginecológica es un procedimiento mínimamente invasivo que permite explorar, diagnosticar y tratar diversas condiciones del aparato reproductor femenino. A través de instrumentos especializados con cámaras de alta precisión, se obtienen imágenes detalladas del útero, las trompas de Falopio y los ovarios, facilitando un diagnóstico más certero y un tratamiento eficaz.

Tu médico puede sugerir una endoscopia ginecológica si presentas:

• Sangrados anormales (fuera del ciclo menstrual o después de la menopausia).
• Dolor pélvico crónico o molestias sin causa aparente.
• Infertilidad o dificultades para concebir sin explicación clara.
• Pólipos, miomas u otras alteraciones uterinas sospechadas en ecografías.
• Abortos espontáneos recurrentes.

 

Hay dos tipos:
• Histeroscopía: Explora el interior del útero para detectar y tratar anomalías como pólipos, miomas o malformaciones.
• Endoscopia: Permite visualizar el abdomen y los órganos reproductivos, útil para diagnosticar endometriosis, quistes ováricos o adherencias.

La cirugía suele durar entre 1 y 2 horas, dependiendo del tipo de procedimiento:
• Histeroscopia diagnóstica: 15 - 30 minutos. • Histeroscopia quirúrgica: 30 - 60 minutos. • Laparoscopía: 1 - 2 horas según el tratamiento realizado.

Al ser un procedimiento mínimamente invasivo, la recuperación suele ser rápida:

Histeroscopía diagnóstica: Regreso a tus actividades en 24-48 horas.

Laparoscopía o histeroscopía quirúrgica: Recuperación aproximada de 7 a 14 días, dependiendo de la complejidad del procedimiento.