La histeroscopía es un procedimiento mínimamente invasivo que permite examinar el interior del útero con precisión. Utilizando un dispositivo llamado histeroscopio, equipado con una cámara de alta resolución, los especialistas pueden diagnosticar y tratar diversas condiciones ginecológicas de forma segura y eficaz.

Se recomienda para:

• Identificar la causa de sangrados anormales.
• Detectar y eliminar pólipos, miomas o adherencias uterinas.
• Evaluar la infertilidad o dificultades para concebir.
• Diagnosticar y tratar malformaciones uterinas.
• Extraer dispositivos intrauterinos (DIU) retenidos.

 

Hay dos tipos:
• Diagnóstica: Se utiliza para observar el interior del útero y determinar la causa de síntomas como el sangrado irregular o el dolor pélvico. Es un procedimiento rápido que no requiere hospitalización.
• Quirúrgica: Permite realizar intervenciones menores como la extracción de pólipos o la corrección de malformaciones. Se realiza bajo anestesia leve y con una recuperación ágil.

La histeroscopía es un procedimiento ambulatorio y mínimamente invasivo.

 Preparación: puede incluir la administración de un sedante suave o anestesia local, según el caso.
Exploración: Se introduce el histeroscopio a través de la vagina y el cuello uterino para visualizar el interior del útero.
Duración: El procedimiento dura aproximadamente entre 15 y 45 minutos, dependiendo de si es diagnóstica o quirúrgica.  

Tiempo de recuperación: Puedes retomar tus actividades normales en 24 a 48 horas.
Síntomas leves: Es normal experimentar molestias ligeras, como cólicos o un sangrado leve durante unos días.